En qué nos beneficia el conocimiento y manejo de los recursos armónicos?
Existe un mito por el cual la creencia popular tiende a considerar al método de armonía como la base fundamental de la combinación de los sonidos en forma armónica.
Un método de armonía no sólo no es eso, sino absolutamente todo lo contrario. Desde los comienzos de la palabra impresa, el libro de armonía no intenta hacer otra cosa más que plasmar y categorizar los elementos y recursos que intuitivamente surgen del espíritu creativo del compositor.
El objetivo principal del estudio de la armonía es el de ordenar los recursos armónicos sin limitar con ello la composición libre y desprejuiciada, para lo cual es casi imposible pasar por alto ciertos esquemas, reglas y preceptos que han sido desarrollados no por un simple capricho dogmático, sino en base a usos y modismos que han surgido a través de siglos de evolución musical; ya que a medida que la vida moderna fue avanzando, de la misma manera lo ha hecho la música, dando a luz a nuevos compositores con nuevas ideas.
El método aplicado está básicamente enfocado a la aplicación de los elementos armónicos en función a la música popular (rock, pop, blues, funk, jazz, folklore, etc.), y por lo tanto ha sido despojado de toda rigurosidad dogmática en cuanto al sistema convencional de abordaje típico de conservatorio para el estudio de la armonía. Para lo cual se ha resumido en forma tal que la información sea precisa, práctica y clara para el recién iniciado en estos campos.
Sin embargo no significa que la información que se aborde sea necesariamente básica y elemental, ya que no se abordan los aspectos teóricos fundamentales para un seguimiento y una comprensión clara de los elementos de la materia, para lo cual nos cuidaremos de estudiar capítulo por capítulo paulatinamente avanzando con la seguridad de haber entendido por completo cada punto, pues el material está ordenado y trenzado de forma minuciosa y progresiva, de modo que clase a clase se irán asentando y complementando los conocimientos que se han abordado en las anteriores.
Por otra parte, se hará mayor incapié en aquellos recursos armónicos que hacen más al lenguaje y al mundo de la música popular, los cuales no suelen normalmente aparecer en los libros de armonía de conservatorio.
Así como la adquisición de nuevos conocimientos enriquece y libera la creatividad, es igual de importante que aprendamos a administrar estos conocimientos de manera que el compromiso creador consista en utilizarlos puramente en función de la música y no como una simple exposición teórica.
Nuestro criterio personal, hará que recursos nuevos despierten nuevas fronteras en cuanto a nuestro sentido musical y nos empuje a aventurarnos a aguas nuevas de expresión sensible. Si bien ciertos recursos resulten incómodos, inexpresivos y duros al oído en un comienzo, es posible que con el tiempo terminemos por asimilarlos de manera musical.
La mayoría de los estilos musicales son afines a un estilo de composición y ciertos giros armónicos clásicos, dentro de los cuales, a pesar de que siempre sea posible innovar, debemos hacerlo con el cuidado de no forzar sus características propias.
El conocimiento de cada estilo musical será llevado a cabo a través del análisis de partituras; a través de la trascripción armónica a partir de audios; y sin lugar a duda a través de la sola apreciación auditiva del estilo para así familiarizarnos internamente con su sonoridad.
Las clases de armonía son aplicables a todos los instrumentos.
Existe un mito por el cual la creencia popular tiende a considerar al método de armonía como la base fundamental de la combinación de los sonidos en forma armónica. Un método de armonía no sólo no es eso, sino absolutamente todo lo contrario. Desde los comienzos de la palabra impresa, el libro de armonía no intenta hacer otra cosa más que plasmar y categorizar los elementos y recursos que intuitivamente surgen del espíritu creativo del compositor.
El objetivo principal del estudio de la armonía es el de ordenar los recursos armónicos sin limitar con ello la composición libre y desprejuiciada, para lo cual es casi imposible pasar por alto ciertos esquemas, reglas y preceptos que han sido desarrollados no por un simple capricho dogmático, sino en base a usos y modismos que han surgido a través de siglos de evolución musical; ya que a medida que la vida moderna fue avanzando, de la misma manera lo ha hecho la música, dando a luz a nuevos compositores con nuevas ideas.
El método aplicado está básicamente enfocado a la aplicación de los elementos armónicos en función a la música popular (rock, pop, blues, funk, jazz, folklore, etc.), y por lo tanto ha sido despojado de toda rigurosidad dogmática en cuanto al sistema convencional de abordaje típico de conservatorio para el estudio de la armonía. Para lo cual se ha resumido en forma tal que la información sea precisa, práctica y clara para el recién iniciado en estos campos.
Sin embargo no significa que la información que se aborde sea necesariamente básica y elemental, ya que no se abordan los aspectos teóricos fundamentales para un seguimiento y una comprensión clara de los elementos de la materia, para lo cual nos cuidaremos de estudiar capítulo por capítulo paulatinamente avanzando con la seguridad de haber entendido por completo cada punto, pues el material está ordenado y trenzado de forma minuciosa y progresiva, de modo que clase a clase se irán asentando y complementando los conocimientos que se han abordado en las anteriores.
Por otra parte, se hará mayor incapié en aquellos recursos armónicos que hacen más al lenguaje y al mundo de la música popular, los cuales no suelen normalmente aparecer en los libros de armonía de conservatorio.
Así como la adquisición de nuevos conocimientos enriquece y libera la creatividad, es igual de importante que aprendamos a administrar estos conocimientos de manera que el compromiso creador consista en utilizarlos puramente en función de la música y no como una simple exposición teórica.
Nuestro criterio personal, hará que recursos nuevos despierten nuevas fronteras en cuanto a nuestro sentido musical y nos empuje a aventurarnos a aguas nuevas de expresión sensible. Si bien ciertos recursos resulten incómodos, inexpresivos y duros al oído en un comienzo, es posible que con el tiempo terminemos por asimilarlos de manera musical.
La mayoría de los estilos musicales son afines a un estilo de composición y ciertos giros armónicos clásicos, dentro de los cuales, a pesar de que siempre sea posible innovar, debemos hacerlo con el cuidado de no forzar sus características propias.
El conocimiento de cada estilo musical será llevado a cabo a través del análisis de partituras; a través de la trascripción armónica a partir de audios; y sin lugar a duda a través de la sola apreciación auditiva del estilo para así familiarizarnos internamente con su sonoridad.
Las clases de armonía son aplicables a todos los instrumentos.
